
Te lo había pedido,
te lo había suplicado,
no te vayas cariño mío,
no te alejes de mi lado.
Te fuiste y me dejaste con el tiempo,
para que así me fuese extinguiendo,
los años se hicieron de mi cuerpo,
y de mí hicieron un inútil viejo.
El tiempo me había arruinado,
mi vida la había desperdiciado,
y todo eso me ocurrió
porque aquel día me dejaste olvidado.
Me apartaste de tu vida,
me dejaste en silencio,
no me dijiste nada,
pero adiviné tu pensamiento.
Y por eso te lo rogué,
no te vayas vida mía,
eso creo fue lo que te dije
y eso fue lo que tú no hiciste.
Ahora estoy viejo y cansado
ya no sirvo para nada,
solamente para los gusanos,
cada día me encorvo más
me acerco a mi tierra
y por supuesto, me acerco al final.
Cuando pienso en ti
se me enturbia el pensamiento
ya no me acuerdo de tu cara,
solamente de ese silencio.
Y ahora que yazco en mi cama
me acuerdo de ti como nunca,
es como si te estuviese viendo,
y entonces comienzo a llorar,
las lágrimas se deslizan por mi cara
y no las puedo parar
te quiero hablar, pero no puedo vocalizar,
no sé por qué, ¡ Dios sabrá !.
Te intento entonces tocar pero
imposible mi brazo levantar,
y es entonces cuando me sonríes
y cuando yo me di cuenta,
porque ya no era mi cuerpo el que te veía,
sino mi alma, entre recuerdos de lo que viví.