Como una melodía que suena en mi cabeza
pasa el tiempo sin poder remediarlo,
gota a gota se va destilando
la vida, el sentir y ese calor olvidado.

Como una estrella que apaga su mirar
van cayendo mis sueños en letargo
golpe a golpe se desdibuja
ese niño, su memoria y ese hacer encaprichado.

Que de tiempo muero entre ruegos y lamentos
laberinto de pasiones y quehaceres cotidianos,
se suceden los momentos, las vivencias y los engaños
me traspasan los recuerdos, las palabras y el trabajo.

Que de sentir extraño esa tinta y esos versos
torbellino de añoranza y aventuras pasadas
se revelan las verdades, las tragedias y la nada
me acecha mi ceguera, mis latidos y mi alma.

Ecos del pasado que atormentan mi memoria
ya no vivo ni siento ni escribo
sobre esa flor que de pétalos muere,
escalofríos en cuerpo que no mienten
por no recordar ni evocar
esos bosques borrosos de amores prohibidos.

Que brille esa luz un ultimo día
pues sin saber destino,
guardo en mi pecho y anhelo
el buen hacer de antaño,
que si bien olvido y fallezco
dame un momento de gloria
entre el caminar de mis deseos
y las ganas de sentirme enamorado.